DIRECCIÓN DE DOCENCIA
SUBDIRECCIÓN DE DESARROLLO CURRICULAR
DEPTO: FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
AGOSTO-2008
1. Introducción
En los últimos años, muchos países han sido testigos de reformas y transformaciones en sus sistemas de educación superior, incluyendo la aparición de nuevos tipos de instituciones, cambios en los patrones de financiamiento y gobierno, establecimientos de mecanismos de evaluación, acreditación y reformas curriculares e innovaciones tecnológicas. Sin embargo, el panorama es heterogéneo y complejo, la educación superior está cambiando de manera desigual y existen múltiples agendas, tanto institucionales como locales y regionales, por lo que cada institución y sistema de educación superior tendrá que tomar decisiones que les permitan adaptarse a las nuevas realidades que día a día exigen su transformación.
La educación superior en México enfrenta varios desafíos, uno de ellos es transformarse a efecto de ser parte de la sociedad mundial del conocimiento y la información; dicha transformación tendrá que contar con un eje basado en una visión innovadora y un nuevo paradigma para la formación de los estudiantes. Tal paradigma incluirá, entre otros elementos, la educación a lo largo de la vida, el aprendizaje autodirigido, la formación integral con una visión humanista y la responsabilidad ante el desarrollo sustentable.
Otro de los desafíos es enfrentar la deserción, el rezago estudiantil y los bajos índices de eficiencia terminal. Las dos primeras condicionan a la tercera y todas ellas generan como resultado un bajo aprovechamiento tanto de los recursos como de los esfuerzos.
La educación superior requiere cumplir sus funciones con calidad, entendiendo ésta como la generación de espacios adecuados para llevar a cabo una relación pedagógica rica; y desde los ángulos del profesor y del estudiante, estableciendo un tipo de vínculo que canalice lo mejor de sus energías, capacidades e intenciones.
Existen, así, dos condiciones para alcanzar la calidad educativa: aprovechar adecuadamente los recursos humanos y aportar mayor esfuerzo a las tareas educativas. Dicho esfuerzo debe derivar del convencimiento personal, del compromiso de cada uno de los miembros de la institución educativa, especialmente de los alumnos y de los profesores.
En este contexto, la atención personalizada del estudiante adquiere una dimensión singular. Conceptualizar al alumno como el actor principal del proceso educativo, propicia su independencia, el logro de los objetivos propuestos, su adaptación y ajuste al ambiente escolar y favorece la adquisición de habilidades de estudio y trabajo autónomo. Como consecuencia lógica, es posible esperar también una reducción en los índices de deserción y rezago, así como un incremento en el aprovechamiento y la retención en las Instituciones de Educación Superior (IES).
Por otra parte, al incorporar la figura de tutor en el desarrollo académico de los alumnos, el papel del profesor adquiere un nuevo sentido, ofreciéndole la oportunidad de incidir de manera más importante en la formación profesional y humana de sus alumnos.
Existen tres grandes cambios vinculados a la transformación de la educación superior: la globalización económica, la importancia creciente del conocimiento en el desarrollo económico y la revolución de las comunicaciones y la información.
La globalización, vista como un proceso creciente de integración de capitales, tecnología e información a través de las fronteras nacionales, genera un mercado mundial integrado que consecuentemente obliga a los países a competir en una economía global. Independientemente de si se concibe como un fenómeno negativo o como una fuente de oportunidades, lo cierto es que la globalización es una realidad y cada país en el mundo, cada empresa y cada persona trabajadora está siendo influenciado por ella.
La segunda dimensión del cambio es el rol creciente del conocimiento. Indudablemente, el desarrollo económico se encuentra cada vez más ligado a la habilidad de una nación de adquirir o aplicar conocimiento. El proceso de globalización está acelerando esta tendencia, por lo que las ventajas comparativas se derivan cada vez menos de los recursos naturales o de la fuerza de trabajo, y cada vez más de las innovaciones tecnológicas y del uso competitivo del conocimiento.
En la actualidad, el crecimiento económico es más un proceso de acumulación del conocimiento que de acumulación de capital. Es por ello que las economías sustentadas en la habilidad de diseñar y ofrecer distintos productos y servicios, se están convirtiendo en una fuerza impulsora más poderosa que las tradicionales economías de escala.
Asimismo, se presenta una rápida aceleración en el ritmo de creación y diseminación del conocimiento, lo cual deriva en la escasa vigencia de las tecnologías y la menor duración de los productos.
La tercera dimensión del cambio la constituye la revolución informática y de las comunicaciones, la cual ha transformado radicalmente la capacidad de almacenar, transmitir y utilizar la información. Las innovaciones en electrónica y telecomunicaciones, así como el desarrollo de tecnología para aumentar la capacidad de transmisión de información, aunado a la reducción de sus costos, ha tenido como consecuencia la eliminación de las distancias físicas; gracias a un mayor acceso a fuentes de información y al establecimiento de comunicaciones entre personas, instituciones y países que cuentan con servicios de Internet.
Las economías sustentadas en el conocimiento requieren de sus trabajadores un mayor nivel de habilidades. Esto ha sido ilustrado en información reciente sobre tasas de retorno en algunos países de América Latina (Chile, Brasil y México), las cuales muestran una creciente tasa de retorno por la educación terciaria (Lächler, 1997).
En virtud de la segunda dimensión del cambio a la que hemos hecho alusión, referida al progresivo rol del conocimiento, adquiere creciente importancia la educación continua, dada la necesidad de actualización constante en conocimientos y habilidades. El enfoque tradicional de estudiar una vez y por todas para obtener un título o para concluir un posgrado, antes de iniciar o continuar con el desarrollo profesional, está siendo reemplazado por prácticas de educación a lo largo de la vida.
Lo anterior significa que, a mediano plazo, la clientela de las universidades ya no serán únicamente los jóvenes recién egresados del nivel medio superior. Las universidades deben prepararse y organizarse para satisfacer las demandas de enseñanza y capacitación de una población estudiantil muy diversa (estudiantes que trabajan, de medio tiempo, de turnos diurnos o nocturnos, de fin de semana, de edad madura, etc.). Podemos esperar un cambio en la composición demográfica de las instituciones de educación superior. Para el caso de México, ANUIES proyecta un escenario conservador al 2006 de 2,316,400 alumnos en educación superior y un escenario optimista de 3,085,700 estudiantes. (ANUIES, 2000).
Derivado de la aceleración del proceso tecnológico y científico, es el énfasis decreciente de los programas de educación terciaria y de adquisición de información de hechos y datos per se. Existe, en cambio, un interés creciente en los programas dirigidos a proporcionar conocimientos metodológicos y de desarrollo de habilidades, como la habilidad de aprender de una manera autónoma. Esto es así porque, en muchas disciplinas, el conocimiento fáctico enseñado en los primeros años puede ser obsoleto antes del egreso de una generación. Por ello, el aprendizaje debe basarse cada vez más en la capacidad de encontrar, acceder o aplicar el conocimiento. En este nuevo paradigma, donde aprender a aprender es más importante que memorizar información específica, se otorga primacía a la búsqueda de información y a las habilidades analíticas, de razonamiento y de solución de problemas. Capacidades tales como trabajar en grupos, la enseñanza personalizada, la creatividad, el ingenio y la habilidad para adaptarse al cambio, son algunas de las cualidades que parecen ser apreciadas por los empleadores de la economía del conocimiento.
Recientemente, la ANUIES hizo pública su propuesta de Educación Superior para el Siglo XXI, donde se exponen algunos de los retos que las universidades mexicanas tienen que enfrentar para desarrollar los perfiles profesionales demandados por la sociedad actual. Entre estos se encuentran:
§ Convertir a la Universidad en puerta de acceso a la sociedad del conocimiento
§ Atender con calidad a una población estudiantil en constante crecimiento (como resultado de la dinámica demográfica del país y la expansión de la matrícula de educación superior)
§ Ofrecer servicios educativos de gran calidad que proporcionen a los estudiantes una formación humanística y cultural, con una sólida capacitación técnica y científica
A fin de satisfacer estas demandas, la ANUIES propone una serie de programas ha impulsarse en cada una de las instituciones que la conforman, que van desde la consolidación de los cuerpos académicos; el impulso y desarrollo de la innovación educativa; la vinculación interinstitucional; la construcción de un nuevo perfil en la práctica de la gestión; la planeación y evaluación institucional; y en forma especial, el desarrollo integral de los alumnos, donde destaca la institucionalización de las actividades de tutoría.
En concordancia con las propuestas de ANUIES, el Programa Institucional de Tutoría de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, considera que “lograr el desarrollo integral de los alumnos constituye una tarea sumamente compleja de las Instituciones de Educación Superior, que va mucho más allá de la organización de algunas actividades aisladas, sobre todo si se considera su gran número y heterogeneidad de condiciones; es necesario entonces ocuparse de los estudiantes ofreciéndoles programas de orientación e información efectivas desde su ingreso y particularmente importante es que los alumnos terminen sus estudios en los tiempos previstos en los programas académicos” (ANUIES, 2000).
En este sentido, uno de los principales retos del programa es lograr que una proporción elevada de alumnos alcance niveles de desempeño académico favorables y culminen satisfactoriamente sus estudios en los plazos previstos. El programa debe enmarcarse en un nuevo enfoque educativo flexible y eficiente, basado en el aprendizaje y atento al desarrollo humano integral, a la formación en valores y a la disciplina intelectual de los estudiantes.
Para cumplir con dichos fines, es necesario desarrollar nuevos enfoques de lo educativo, que permitan formar al estudiante de una manera integral, dotándolo de las herramientas necesarias que le permitan adaptarse continuamente a las cambiantes demandas del medio donde llevará a cabo su práctica profesional.
Resulta pertinente y urgente ofrecer programas innovadores que posibiliten al estudiante concluir adecuadamente su formación universitaria, no únicamente promoviendo cambios en las formas de entender e implementar los programas académicos, sino, sobre todo, promoviendo cambios en las formas de ver y entender al protagonista de la vida universitaria. Es necesario que el estudiante recupere su importancia e implementar programas encaminados a apoyar los procesos educativos. Para lograrlo, es indispensable transformar radicalmente la cultura académica-administrativa de la Universidad.
Tradicionalmente, el proceso de enseñanza-aprendizaje ha estado centrado en el docente. Los nuevos discursos didáctico-pedagógicos demandan un cambio radical en la relación docente-alumno, que permita impulsar al máximo las potencialidades del estudiante. Por ello, se concibe al Programa Institucional de Tutoría como una estrategia educativa de apoyo al proceso formativo, como una acción orientada a coadyuvar en el logro académico de los estudiantes. Se persigue la formación integral individual, constituyendo el alumno el centro del proceso. Se pretende que, de acuerdo con su interés y disposición de tiempo, el alumno reciba la orientación de un tutor a lo largo de su formación profesional. La práctica de esta actividad, permitirá tener un conocimiento más profundo y continuo de la problemática estudiantil, a fin de que la institución lleve a cabo acciones oportunas para resolverla e impulsar el desarrollo personal de sus estudiantes.
El Programa Institucional de Tutoría de la Universidad concibe la tutoría como una estrategia centrada en el proceso de enseñanza-aprendizaje, basada en una relación de acompañamiento del tutor hacia el estudiante. Se espera que esta actividad estimule el desarrollo de las capacidades del estudiante y enriquezca su práctica educativa, permitiéndole detectar y aprovechar sus potencialidades, desarrollando su capacidad crítica e innovadora, mejorando su desempeño escolar y apoyando su vida cotidiana.
El programa también establece una clara distinción entre la asesoría académica y la tutoría. La primera consiste en "consultas que brinda un profesor (asesor), fuera de lo que se considera su tiempo docente para resolver dudas o preguntas sobre temas específicos que domina, ya sea a un alumno o a un grupo de alumnos" (ANUIES, 2001). Por su parte, la tutoría es el "método de enseñanza por medio del cual un estudiante o un grupo de estudiantes reciben educación personalizada e individualizada de parte de un profesor. Consiste en la orientación sistemática que proporciona un profesor para apoyar el avance académico de un estudiante conforme a sus necesidades y requerimientos particulares" (ídem).
El Programa Institucional de Tutoría considera los siguientes tipos de tutoría:
Tutoría Individual.- Consiste en la atención personalizada a un estudiante por parte del tutor que lo acompañará durante su trayectoria escolar. Aunque la propuesta institucional considera pertinente que sea el mismo tutor durante su estancia en la Universidad, será posible solicitar cambio de tutor, circunstancia que habrá de justificarse. Lo anterior dependerá de la relación tutor-tutorado y de las formas de organización establecidas en cada uno de los programas docentes.
Tutoría Grupal.- Se brindará atención a un grupo de estudiantes, de preferencia grupos pequeños de entre 10 y 15 estudiantes, cifra que podrá variar según la población a atender. Es importante señalar que se recurrirá a esta forma de tutoría para tratar asuntos generales que competan al grupo, pero estará también orientada a detectar los casos problema que requieran atención individualizada. La tutoría grupal será utilizada como estrategia inicial para la atención de estudiantes a su ingreso a la Universidad o en programas docentes con alta población estudiantil.
§ Ser profesor de tiempo completo.
§ Identificarse con la misión y filosofía de la Universidad.
§ Haber cursado el Programa de Capacitación de Tutores.
§ Tener dominio y experiencia en la disciplina.
§ Conocer ampliamente el plan de estudios de su carrera.
§ Ser capaz de generar confianza y de adaptarse a las diversas personalidades de los alumnos.
§ Tener interés por propiciar la independencia, creatividad y el espíritu crítico de sus tutorados.
§ Tener interés por fomentar el desarrollo de habilidades, actitudes y valores que contribuyan a un crecimiento sano y equilibrado de los estudiantes.
§ Tener interés por mantenerse en formación permanente en las temáticas de tutoría académica y las de su disciplina ó área del conocimiento.
§ Adquirir permanentemente la capacitación necesaria para ejercer la actividad tutorial.
§ Conocer la situación individual de cada tutorado e identificar áreas o ámbitos problemáticos.
§ Elaborar el plan de trabajo tutorial y dar seguimiento a las actividades acordadas con sus tutorados.
§ Canalizar a los estudiantes a los servicios de apoyo apropiados a la problemática identificada.
§ Intervenir en aspectos relacionados con falta de motivación, organización del tiempo de estudio, selección de carga académica, entre otros aspectos vinculados directamente con su desempeño.
§ Informar sobre los apoyos estudiantiles que ofrece la institución (cursos, becas, orientación, actividades culturales y deportivas, etc.)
§ Mantener actualizada la información de los resultados académicos de sus tutorados.
§ Actuar como mediador entre las instancias administrativas, los cuerpos colegiados y sus tutorados a fin de promover un clima institucional de colaboración y respeto para el tutorado, así como su autoconfianza.
5. 4 Funciones de los Tutorados
§ Cumplir con las actividades acordadas conjuntamente con el tutor.
§ Asistir puntualmente a las sesiones de tutoría.
§ Participar en los procesos de evaluación institucional de la actividad tutorial.
¨ Elevar la calidad del proceso educativo a través de la atención personalizada de los problemas que influyen en el desempeño escolar del estudiante, a fin de mejorar sus condiciones de aprendizaje, desarrollar valores, actitudes, hábitos y habilidades que contribuyan a la integridad de su formación profesional y humana.
¨ Consolidar una práctica docente de calidad mediante una mayor y mejor comunicación entre estudiantes y maestros, partiendo del reconocimiento de las expectativas y problemáticas concretas de los estudiantes a fin de generar alternativas que puedan incidir favorablemente en su formación personal y profesional.
¨ Disminuir los índices de deserción y rezago escolar.
¨ Construir ambientes educativos de confianza que permitan influir favorablemente en el desempeño escolar del estudiante.
¨ Contribuir a mejorar las condiciones de aprendizaje de los estudiantes, por medio del análisis y reflexión colectiva de la información generada en el proceso tutoral.
¨ Contribuir al desarrollo de las capacidades del estudiante para adquirir y asumir responsabilidades en su proceso de formación profesional.
¨ Fomentar en el alumno el desarrollo de valores y de actitudes de integración, pertenencia e identidad institucional.
¨ Mejorar la actitud del estudiante hacia el aprendizaje mediante el desarrollo de procesos motivacionales que generen un compromiso con su proceso educativo.
¨ Estimular el desarrollo de toma de decisiones del estudiante, por medio de la construcción y análisis de escenarios, opciones y alternativas de acción en el proceso educativo.
¨ Impulsar en el alumno el desarrollo de la capacidad para el autoaprendizaje a fin de que el estudiante mejore su desempeño escolar y favorezca su futura práctica profesional.
¨ Fomentar en el estudiante el desarrollo de habilidades y destrezas para una adecuada comunicación verbal y escrita, relaciones humanas cordiales, el trabajo grupal y la aplicación de los principios éticos de su profesión.
¨ Ofrecer al estudiante apoyo y asesoría en temas difíciles de las diversas asignaturas
¨ Propiciar el uso de los recursos y medios tecnológicos por parte de los estudiantes a fin lograr mejores niveles de aprovechamiento escolar.
¨ Orientar al estudiante en los problemas escolares y/o personales que surjan durante el proceso formativo y, en su caso canalizarlo a instancias capacitadas para su atención.
¨ Participar con las diferentes instancias académicas y administrativas para generar y proporcionar información oportuna que facilite a los alumnos la toma de decisiones académicas, el uso apropiado de los servicios y apoyos institucionales así como la realización de trámites y procedimientos propios de su situación escolar.
¨ Informar y recomendar actividades extracurriculares (dentro y fuera de la institución) que favorezcan su formación universitaria.
¨ Capacitar permanentemente a los profesores que fungirán como tutores.
¨ Ofrecer a los tutores los recursos necesarios para facilitar la operación del programa.
¨ Evaluar de manera continua los resultados de la actividad tutorial.
¨ Establecer mecanismos que permitan la reorientación oportuna del programa en función de los resultados de la evaluación y que aseguren una participación representativa de la comunidad universitarias en la toma de decisiones relacionadas con el programa.
7.1 Acciones Generales
En su inicio, el programa se establecerá para todos los alumnos de la Universidad. El Programa considerará las características de los actuales programas docentes de cada División y sus especificidades, en relación con la existencia o no de materias comunes, materias compartidas, carga académica de los alumnos, carga académica de los profesores, composición de la planta docente y otros aspectos que puedan afectar la implementación del programa de tutorías.
Asimismo, en esta primera fase la institución establecerá los mecanismos necesarios para el diseño e implementación de programas de capacitación de los académicos que realizarán funciones de tutoría;
Durante la primera etapa de implementación, la Universidad ofrecerá en forma coordinada los servicios básicos de apoyo requeridos por el Programa Institucional de Tutoría. Asimismo, se establecerán convenios de colaboración con instituciones que presten servicios de asesoría que contribuyan a la oportuna solución de los problemas estudiantiles canalizados por los tutores.
7.1.2 Segunda Etapa en esta etapa se definirán los mecanismos de operación del programa y la normatividad correspondiente, a fin de tener claridad sobre los procedimientos y las condiciones que regularán las actividades tutoriales.
Continuarán las acciones orientadas a mejorar el desempeño de los profesores en la actividad tutorial.
Se perfeccionarán los sistemas de información de apoyo a las tutorías, así como los mecanismos de operación del programa que facilitarán la labor del tutor y se mantendrán en constante evaluación los resultados de la relación tutor-alumno.
Se creará una red de servicios de apoyo al proceso educativo que permita al docente la canalización oportuna de los problemas en los cuales no estuviera capacitado para brindar la orientación necesaria. Para ello, se requerirá que los tutores conozcan cabalmente los servicios que brinda la institución y se establezca un mecanismo de coordinación entre los servicios y los tutores, a fin de que los estudiantes accedan oportunamente. En el caso de que los estudiantes requieran algún servicio que la Institución no ofrece, los estudiantes deberán ser canalizados a instituciones externas, para lo anterior deberá de contarse con un directorio de los servicios de apoyo y establecer la coordinación correspondiente a través de la Dirección de Servicios Estudiantiles.
Algunos de los servicios de apoyo necesarios se describen a continuación:
a) Atención de alumnos con necesidades especiales. Brindar apoyo a estudiantes que enfrentan situaciones especiales como discapacidad, desadaptación al medio por su origen sociocultural, edad, situación laboral.
b) Programas de becas o crédito educativo. Apoyar la permanencia de los alumnos de bajos recursos económicos, evitando así la deserción y el rezago por motivos económicos.
c) Fomento a la salud del estudiante. Identificar los problemas físicos y orgánicos que pueden limitar el desempeño académico y su desarrollo integral y fomentar entre la población universitaria prácticas preventivas de salud.
d) Apoyo Psicológico. Atender los problemas emocionales que puedan obstaculizar el rendimiento académico, tales como problemas personales, desintegración familiar, uso de drogas, entre otros.
e) Bolsa de trabajo. Establecer mecanismos de vinculación con los sectores productivo y social, para identificar las oportunidades de empleo de los egresados y de los estudiantes que requieran emplearse durante sus estudios universitarios.
f) Estudiantes de alto rendimiento. Apoyar al alumno en el perfeccionamiento de una metodología de estudio y trabajo, estimulando el desarrollo de actitudes de disciplina y rigor intelectual.
g) Cursos de inducción a la Universidad. Favorecer la adaptación del estudiante al ambiente académico, informándole sobre el plan de estudios, los servicios básicos, programas extracurriculares, fomento de valores, actitudes y habilidades de integración al ambiente académico.
h) Cursos remediales. Adquisición de conocimientos y destrezas básicas para garantizar el adecuado desempeño académico en los programas del plan de estudios.
i) Cursos y talleres de desarrollo de habilidades. Ofrecer al estudiante diversas alternativas de resolver problema en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como pueden ser técnicas de lectura y comprensión, estrategias de estudio, redacción, habilidades sociales y de comunicación.
j) Talleres de cómputo y de búsqueda y manejo de información. Desarrollo de conocimientos y destrezas básicas en el uso de equipo y programas de cómputo y en la búsqueda, selección e interpretación de información en medios electrónicos.
7.2 Asignación de Tutor y Tutorados
En virtud del compromiso que representa la actividad tutorial, ésta será desarrollada preferentemente por profesores de tiempo completo. En los casos en que las necesidades de tutoría de un programa docente no puedan ser cubiertas por el total de maestros con estas características, será posible asignar a los maestros de horas con contratación por tiempo indeterminado, un número de alumnos para tutoría cuya atención no exceda el 20% de su carga laboral.
La asignación de alumnos a los tutores será de forma aleatoria, realizada por el Responsable de Tutorías del Programa Docente, previo acuerdo con la Jefatura de Departamento correspondiente.
Se propone que la duración de la tutoría sea durante toda la carrera. Sólo podrá cambiarse de tutor o tutorado en casos plenamente justificados.
El tiempo destinado a la tutoría será al menos de cuatro sesiones por semestre.
Los grupos de tutorías se conformarán con un mínimo de 5 y un máximo de 20 alumnos, dependiendo del número de profesores y de alumnos con que cuente el Programa Docente.(en caso de que se decida por tutorías grupales)
La Dirección de Docencia a través del Departamento de Formación e Investigación Educativa, será la entidad encargada de coordinar el Programa Institucional de Tutoría y de establecer con las diferentes entidades administrativas, Divisiones, Departamentos y Programas Docentes, la información, capacitación, servicios, manejo y evaluación del programa.
A su vez, los programas docentes contarán con un Responsable por carrera para atender lo respectivo a las tutorías.
Se establecerá y mantendrá para cada alumno en la institución, un registro académico, administrativo y tutorial, a partir del cual se proporcionará información al tutor según lo requiera o solicite. Para esto, se deberá contar con sistemas de información y evaluación del estudiante. Esta información permitirá al tutor el desempeño de su función, al tiempo que hará posible dar seguimiento y evaluar tanto el avance del tutorado como el desempeño del tutor. Dichos sistemas servirán, además, como instrumentos de apoyo al tutor para poder determinar la necesidad de servicios, apoyos o cursos complementarios para la formación integral del alumno. Permitirán, al Responsable de tutorías de la Carrera, el seguimiento del desempeño del tutor y tutorado.
La actividad de tutoría constituye una función sustantiva de la actividad docente, por lo que deberá ser reconocida como tal y valorada adecuadamente a través del programa de estímulo al desempeño docente.
Gordon, V.N, Habley, W. R. y Asociados. 2000. Academic Advising. A comprehensive Handbook. Jossey-Bass. San Francisco.
ANUIES. 2000. Programas institucionales de Tutorías. México D. F.
Latapi Sarre, Pablo. 1988. La enseñanza tutorial: elementos para una propuesta orientada a elevar la calidad. ANUIES. Revista de la Educación Superior No. 68.México D. F.
Lächler, V. 1997. Educación e Inquietud salarial en México. Banco Mundial, Washington, D.C.
Delors, Jacques. 1997. La Educación Encierra un Tesoro, UNESCO.
REFERENCIA PRINCIPAL:
PROGRAMAS
INSTITUCIONALES DE TUTORIA
Una propuesta de la AUNIES para
su organización y funcionamiento en
las instituciones de educación superior
(Serie Investigaciones)
La educación superior mexicana requiere
transformarse teniendo como eje una nueva visión y un nuevo paradigma para la
formación de los estudiantes, donde la atención personalizada de éstos puede
ayudar a abatir los índices de reprobación y rezago escolar, a disminuir las
tasas de abandono de los estudios y a mejorar la eficiencia terminal. Resultado
de estas consideraciones, que retoman la propuesta para el desarrollo integral
de los alumnos incluida en el documento La Educación Superior en el Siglo XXI.
Líneas estratégicas de desarrollo aprobada por las XXX Asamblea General de la
ANUIES, surge esta propuesta orientada a propiciar la implantación de un
programa institucional de tutoría, que inicia analizando la principales causas
del rezago o abandono de los estudios, reflexiona sobre la tutoría como
estrategia viable para promover el mejoramiento de la calidad de la educación
superior; define el concepto y enuncia los compromisos de cada uno de los
actores universitarios, para luego pasar a lo que es propiamente la propuesta
para la organización y operación de la acciones, así como la articulación de
los esfuerzos entre las diferentes instancias universitarias para la
organización e implantación de un programa de este tipo.